El tejido elástico y yo: una relación de amor-odio

Me he dado cuenta, en estos dos meses que llevo blogueando, de que me gustan tanto las prendas con algo (o mucho) stretch como odio coserlas… contradictorio, eh? ¡Mola!

Bueno, después del comentario de dawn de Mi Rincón de Mariposas, y habiendo hablado con ella y otras costureras otras veces de este tema, he pensado escribir esta entrada en la que os cuento qué cosas me suelen pasar cuando coso tejido elástico y cómo las he solucionado (si lo he hecho, claro…). También os recomiendo consultar esta entrada de DIY Maternity donde Megan da unos consejos la mar de útiles.

Lo bien que se porte la tela con vosotros dependerá de cuánto estira. Cuanto más lo haga, más cómoda la prenda, más posibilidades de confección y más indulgente con el diseño y patronaje pero más fácil será que os dé algún quebradero de cabeza. Un algodón de camiseta de hombre (vamos el típico “niqui”), se comporta muchas veces casi casi como un tejido sin stretch. En el otro extremo, una lycra o un punto de seda permiten prendas ajustadas y cómodas y hacen caídas preciosas en las prendas con algo de vuelo, pero a mi me dan escalofríos sólo de pensar en meterles un alfiler…

Veamos unos cuantos problemas comunes (sí, me han pasado casi todos…es posible que sea un desastre con dedal, lo sé) y sus posibles soluciones.

PROBLEMA: Os podéis encontrar con que, si el margen de costura es muy estrecho, la labor se “arrebuña” entre el prensatelas y el arrastratela y ya la tenemos liada. La tela no corre bien y acabas dando puntada sobre puntada…
SOLUCIÓN: Cose con más margen de costura, por lo menos que sobresalga unos milímetros del pie del prensatelas. Corta el sobrante una vez cosido. Si, como yo, coséis muchas veces con la tela justita justita (es lo que tiene el reciclaje), empezad la puntada un poco más alante de donde empieza la labor, así el borde no se trabará con el arrastratela al comenzar a coser y tendrás alguna oportunidad.

PROBLEMA: También puede pasar que, según va avanzando la tela por el arrastratela (los dientecitos que hay en la base de la máquina que permiten que la tela avance con cada puntada. En Inglés: feeder dogs) se produce un poco de estiramiento en la labor, por lo que en la prenda terminada aparece como unas ondas. Este efecto se produce porque el arrastratela “tira” demasiado del tejido en comparación con lo que avanza por el prensatelas.
SOLUCIÓN: Cose con puntadas más largas, así en la labor terminada, los puntos “asientan” mejor en el estiramiento. También ayuda, si el efecto no es muy exagerado, planchar la labor con vapor, porque hace que las fibras “encojan” un poco y la tela vuelva a su ser. En realidad, esto se soluciona con un “walking foot”… algo así como un prensatelas caminante. Se trata de un prensatelas que tiene incorporado unos dientes móviles como los del arrastratelas, de modo que la tela por arriba anda igual que la tela por abajo. Si esto te sucede en un dobladillo muy estrecho que quieras hacer o en costuras curvas (como en esta entrada) puedes usar otras técnicas para rematar las labores como usar un bies vista o rematar con una cinta de bies.

Walking Foot

PROBLEMA: (este no me ha pasado, eh!... bueno, sí, pero hace muchos años) Coses tan feliz con tu pespunte de toda la vida, no se te engancha en el arrastratela, no se te estira ni se riza… todo perfecto… pero cuando vas a ponerte la prenda, al estirar la tela, el hilo de la costura se rompe… ¡coñe! no es elástico (por ejemplo: dobladillo de gorros, cuellos de camiseta, bajos de leggings, bañadores…)
SOLUCIÓN: Si tu máquina tiene punto elástico, seguramente nunca tuviste este problema, jajaja. El punto elástico, además, tiene la ventaja de que cose “palante y patrás”… vamos, digamos que el arrastratelas va avanzando y retrocediendo la labor, para crear el efecto elástico en la puntada, de modo que se minimiza bastante el problema anterior de estiramiento del tejido. Si tu máquina no tiene punto elástico, tu mejor baza es el zigzag. No es la mejor puntada para determinadas labores porque no es “elegante” pero con hilo del color perfecto puede hacer el trabajo. Eso sí, lo que debe de ser el recopetín, es la aguja doble. Yo no la tengo (aún… muahahahaha) pero he estado leyendo maravillas últimamente por la red. Se supone que puede ponerse en cualquier máquina que pueda hacer punto zigzag. Por la cara delantera de la labor, la puntada es como un pespunte doble, por detrás, es como un zigzag, que es lo que permite que el punto sea elástico (mirad esta entrada de Make it and Love it, que cuenta las virtudes de este accesorio)

Puntada con doble aguja

PROBLEMA: Agujeritos en la tela
SOLUCIÓN: En general, con cualquier tela se pueden hacer agujeros al coser (y descoser) pero en el tejido elástico en particular se pueden hacer “carreras”. Realmente no se me ocurre mucho que hacer en estos casos, seguramente una aguja más finita y, sobre todo, que esté bien afilada (muchas veces no nos percatamos del desgaste de nuestras agujas) minimizará el problema, pero supongo los estiramientos a los que se somete el tejido, pueden acabar estropeando un poco las costuras.

Ya veis, no es necesario tener la chachi-remalladora 2000 (oops, ¿he dicho remalladora?) para manejar estas telas tan agradecidas. Como comentario final os diría que es importante encontrar el punto a la máquina de cada uno: la presión del prensatelas, la tensión del hilo y la longitud de puntada suelen ser nuestros mejores aliados a la hora de solucionar los problemas más cotidianos y que a veces nos desesperan. Porque, seamos sinceros… aquí en los blogs, publicamos las cosas que nos salen, las que son dignas de enseñar, aquellas de las que estamos orgullosos, peroooo… la que no tenga un “engendro” en el rincón de la costura que tire la primera piedra :D