Una noche, entre bromas, unas amigas y yo rebautizamos así a este kimono de verano o yukata. La pequeña princesita del norte, E, iba a estar preciosa con este en tonos verdes.
Mi hija tiene uno también, que nos trajeron unos buenos amigos de su viaje de novios a Japón. Ella lo usa para los atardeceres en la piscina, cuando empieza a refrescar un poquito, pero se puede usar también en casa e incluso, con unos leggings coordinados o unos vaqueros, puede ser un conjunto primaveral de lo más “fashion”. Si le añades longitud al patrón puede usarse también como vestido.
Mi hija tiene uno también, que nos trajeron unos buenos amigos de su viaje de novios a Japón. Ella lo usa para los atardeceres en la piscina, cuando empieza a refrescar un poquito, pero se puede usar también en casa e incluso, con unos leggings coordinados o unos vaqueros, puede ser un conjunto primaveral de lo más “fashion”. Si le añades longitud al patrón puede usarse también como vestido.
Necesitarás:
-Tela de algodón ligero o mezcla, estampada y de colores alegres
- Unos 20 cm de cinta, cordón o lazo
- Hilo coordinado
- Papel y lápiz
- Máquina de coser, alfileres, cinta métrica, tijeras, plancha…
1. El Patrón
Este es de los fáciles fáciles, podéis creerme. Se trata de cortar piezas rectas: un rectángulo para la espalda, dos para las mangas, una tira larga para el cuello y los dos “casi-rectángulos” del frontal. Las medidas que aparecen aquí son para 18-24 meses pero se pueden recalcular para tallas más grandes (¡incluso para adultos!).
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Para la pieza de la espalda, la clave está en medir la distancia entre los hombros y añadirle unos centímetros más para las pinzas (más o menos un 15% más). En realidad, hay bastante margen, sed generosos en las medidas porque es una prenda que ha de ser cómoda y no tiene que ajustar perfectamente al cuerpo (son la leche estos japoneses). El largo será el que vosotros queráis, según el uso que vayáis a darle: como camisola, vestido, bata… Mide desde el hombro hasta donde hayas decidido y añade 5 cm para el dobladillo.
Para las mangas, medid desde el hombro hasta debajo del pecho (donde quedará la sisa) y multiplicad por dos. Medid desde el hombro nuevamente hasta donde queráis que llegue la manga, por encima del codo por ejemplo. Añade 5 cm a esta longitud para hacer el dobladillo de la manga.
Los dos paneles frontales son simétricamente idénticos. Se parte de un rectángulo que tiene la misma longitud que la pieza de la espalda. De ancho tendrá la medida de la cintura de costado a costado con un pequeño margen añadido de un par de centímetros. El corte diagonal irá, por abajo, desde la cintura más o menos y hasta donde quedaría la apertura del cuello. Dicho así parece complicado, pero cuando veáis cómo se ensamblan las piezas, todo tomará sentido en vuestras cabezas.
La tira del cuello tendrá unos 9 cm de ancho y el largo que resulte de medir el contorno “libre” de la prenda (más abajo, cuando se explica cómo coser esta pieza se comprende mejor esta medida).
2. Cortando la tela
Corta una pieza para la espalda, dos para las mangas, una tira para el cuello y dos paneles frontales imagen de espejo el uno del otro. No olvides incluir márgenes de costura para toda la prenda
3. Cosiendo
Primero cose las costuras de los hombros, con los lados derechos juntos y sobrehíla. Obtendrás esto.
Después, plancha un dobladillo doble en los extremos de las mangas.
Cose un pespunte doble por el dobladillo.
Forma un tubo con la manga del revés y cose longitudinalmente. Sobrehíla.
Cose un pespunte doble por el dobladillo.
Forma un tubo con la manga del revés y cose longitudinalmente. Sobrehíla.
Con la costura de la manga en la parte inferior (por el sobaquillo, vamos), la manga del derecho y el cuerpo del revés, introduce la manga por dentro del cuerpo y colócala con alfileres en su posición.
Los costados del cuerpo aún están sin coser, pero al colocar las dos mangas tendrás algo así:
Cose todo el contorno de la manga al cuerpo. Presta atención especial al la zona donde se unirán los costados del cuerpo. Sobrehíla.
Cose todo el contorno de la manga al cuerpo. Presta atención especial al la zona donde se unirán los costados del cuerpo. Sobrehíla.
En este momento, justo antes de proceder a coser los costados puedes meter las cintas que van a sujetar el yukata. Se colocarán a la altura del vértice de la pieza frontal. En un costado irá la cinta por dentro (para atar el panel trasero) y en el otro costado la cinta va por fuera (para atar el panel delantero). La idea es que al hacer la costura y el sobrehilado de los costados, pillemos la cinta junto con la tela y quede bien sujeta. Una vez cosidas las costuras de los costados, te quedará un “rabo” de la cinta que va por dentro de la prenda. Corta con mucho cuidado el sobrante por fuera de la costura, al ras de la prenda.
Haz un dobladillo por todo el bajo de la prenda con el mismo método que el dobladillo de las mangas (planchar doble y pespunte doble)
Haz un dobladillo por todo el bajo de la prenda con el mismo método que el dobladillo de las mangas (planchar doble y pespunte doble)
Bien, ahora vamos a colocar la cinta del cuello y el borde. La longitud de la tira será la misma que el contorno de todo el borde “libre” del kimono (y un poquito más por si acaso). Para entendernos, esta foto creo que aclara un poco la cosa.
Para preparar la cinta, la planchamos por la mitad longitudinalmente, y luego le hacemos unos dobladillos planchados de modo que obtendremos una especie de cinta de bies gigante. Mete hacia adentro un centímetro más o menos en el extremo de la cinta para remate.
Vamos colocando la cinta con alfileres, empezando por el extremo inferior de la prenda, metiendo la tela del kimono entre la tira doble como si fuera un sandwich. Al llegar al primer vértice, hacemos un pliegue para acomodar el ángulo de la pieza. Puedes colocar en este pliegue el trozo de cinta para luego coserlo a máquina. Cuando llegues a la costura del hombro, pon cuidado para que no se hagan pliegues extraños, si vas cambiando la dirección de la prenda según vas avanzando es más fácil que todo quede en su sitio. Al llegar de nuevo al vértice del panel contrario, repite la operación de antes. Al final, corta el sobrante, dejando un centímetro que meterás hacia dentro igual que hicimos con el otro remate.
Cose un pespunte a unos milímetros del borde, asegurándote de que la tela queda bien sujeta dentro de la tira.
El siguiente paso es hacer las pinzas. Se trata de unos pequeños pliegues, en este caso, de 1 cm, que van cosidos verticalmente como un "pellizco" de tela hacia afuera de la prenda y planchados. Cogeremos este pellizco con un alfiler en la mitad más o menos de cada costura del hombro, vigilando que queden más o menos a la misma distancia de la manga. Seguiremos la pinza con más alfileres hacia delante y hacia atrás de forma paralela a la costura de la manga y manteniendo la anchura. Bajaremos hasta llegar más o menos a la sisa. Una vez las pinzas están cogidas con alfileres, centradas y alineadas, las coses por fuera con un pespunte y las rematas muy bien para que no se abran con el uso.
Finalmente le pegas una buena planchada al conjunto para que el acabado de las pinzas y el reborde del cuello sea impecable y ya está.
Es una labor muy facilita, que permite practicar varias técnicas muy últiles en costura y que luce un montón! Ya me contaréis...
preciosoooooooooooooooo!!!
ResponderEliminarSusana, quiero foto con la modelo!!!
Me encanta!!!!!
ResponderEliminarYo también quuiero foto de la princesa!!!
Oye lo mejor es el rebautizamiento al yukata que le has hecho jajajajjaa
ResponderEliminarEs que con las risas que nos echamos no podía dejar pasar la oportunidad, jejeje. De todas maneras lo de yukata es cosecha tuya, eh! si no fuera por tu seguiría siendo un vulgar kimono ;)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la bata kimono... qué recuerdos!!
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